Cada 8 de marzo,en Cuba se vive una jornada especial.En centros laborales,de educación,en las comunidades y hasta en el propio núcleo familiar,el homenaje a la mujer es imprescindible.
Enmarcar en una fecha el reconocimiento a quien es guía y ayuda,resulta difícil.Ella merece respeto permanente por su empeño en la educación de los hijos,en el trabajo,la defensa de la Patria,y en cada frente de la sociedad.
El 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer,quedó establecido en la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas,celebrado el 1910,en Copenhague,Dinamarca.La propuesta la hizo la comunista alemana Clara Zetkin,integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección.
De esta manera se rendía homenaje a mujeres que protagonizaron,en la ciudad de Nueva York valientos hechos de protesta contra miserables condicones de trabajo,en demanda de jornada laboral de 10 horas y mejores salarios.
Nuestro país festejó por primera vez la efeméride el 8 de marzo de 1931,en acto efectuado en la sede del Centro Obrero,en La Habana.
No fue hasta el triunfo de la Revolución en 1959,que la fecha deja de ser reclamo social de las féminas,para convertirse en jornada de júbilo y compro0miso en la construcciónd e una nueva sociedad.
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Desde ent0onces no ha habido batalla,sin el ímpetu de la mujer,fuerza que representa el 40 por ciento de la masa laboral de la provincia.
