Un regalo de flores
es tradicional homenaje
al héroe que resurge desde las aguas
cada 28 de octubre.
Ese tierno tributo al Comandante Camilo Cienfuegos
Gorriarán lo constatamos hoy en Pinar del Río, en ocasión del aniversario 58 de la desaparición física del hombre del
sombrero alón y la sonrisa eterna.
Es la habitual
forma de recordarlo.En 1959 el avión que lo transportaba de Camagüey a La
Habana cayó al mar, sin encontrarse
restos.
Se extinguió el Señor de la Vanguardia, pero
desde entonces está más vivo en el
corazón de cada cubano.
No es posible olvidar al expedicionario del Granma, el audaz guerrillero de la Sierra Maestra y quien junto al Che emprendió la Invasión de Oriente a Occidente
para llevar la guerra a todo el país.
Al frente la
columna número dos Antonio Maceo arribó a la provincia de Las Villas, donde
libró decisivos combates.
El pueblo le otorgó espontáneamente el
calificativo de Héroe de Yaguajay, por el protagonismo en la toma de la ciudad
de igual nombre.
De Camilo dijo el Che
“fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del
sacrificio un instrumento para
templar su carácter y forjar el de la
tropa”.
Lo calificó como
“el más brillante de los jefes guerrilleros”
Camilo fue un combatiente muy querido por los cubanos. Su humildad, sencillez, una jovialidad como
pocos, y el inmenso amor a la gente, caracterizaron al
héroe que salió del pueblo.
Luego del triunfo
revolucionario fue designado jefe del
Estado Mayor del Ejército Rebelde.
Nació el 6 de
febrero de 1932, en La Habana, en el seno de una familia modesta. Lejos estaban
todos de imaginar que muy joven se
convertiría en uno de los hombres más grandes en la historia de cuba.
Hoy las aguas se cubren de flores,
símbolo de amor al
inolvidable Comandante.