Escrito por Elizabeth Rodríguez Peguero.
En estos días de tristeza y dolor, afloran historias tan conmovedoras que oprimen el corazón y hacen saltar las lágrimas.
La que les presento es una de ellas y
tiene como protagonista a la familia Carmona Hernández, residente en la
comunidad rural Loma de Candelaria, en Consolación del Sur.
Allí, la pequeña pionera Daniela, de
solo siete años de edad, secundada por su mamá Yaniris y su abuelo
Manuel, escribió una carta al Comandante en Jefe en agradecimiento por
los servicios de salud recibidos para tratar la enfermedad oncológica
que padece.
A cambio, solo pedía que el Líder de la
Revolución cubana le dedicara su firma, lo cual sucedió hace solo unos
días, por eso la muerte de ese gran hombre lacera el alma de estas
nobles personas.
Síntesis de una gran historia
Según el abuelo, "cuando me dieron la
tarea de ir a trabajar en el proyecto que sugirió el Comandante para
desarrollar la ganadería, la niña me comentó la idea de escribirle una
carta para agradecerle todo lo que ha hecho la Revolución por ella, pues
padece una enfermedad oncológica desde que tenía un año de nacida.
"Un día me llevé la carta para allá y,
realmente no pensé que pudiera cumplir el deseo de mi nieta porque nunca
vi en persona a Fidel. Pero me decidí y hablé con uno de los compañeros
que trabajaba directamente con él y dijo que se lo comentaría; cual no
sería mi sorpresa cuando una mañana me pidió la cartica, porque ese gran
hombre le había dicho que si eso haría feliz a la niña, él la firmaba.
"Al otro día llegó y me entregó la
carta, firmada de puño y letra del Comandante, imagínese, ni yo mismo
creía que un hombre tan ocupado fuera a dedicar un tiempo para cumplir
un deseo, aunque eso no sorprende teniendo en cuenta sus cualidades
humanas. Llamé corriendo a Danielita y cuando le dije que tenía la carta
en mis manos, se quedó en silencio y al preguntarle porque no hablaba,
me respondió; abuelo, me has dejado sin palabras.
"Eso demuestra lo que significa Fidel
para la niña, criada en el seno de una familia revolucionaria, que ha
disfrutado las bondades del Estado cubano, aun cuando vivimos en una
zona rural".
Daniela
"Yo quería mandarle una cartica a Fidel
–cuenta Daniela- para decirle que estoy bien, porque estuve mucho tiempo
en el hospital donde me atendieron médicos y enfermeras muy buenos y mi
abuelito me dice que eso es gracias a él. Además quería contarle dónde
yo vivo.
"Para mí esta cartica es lo más grande
del mundo y la guardaré de recuerdo con mucho cariño para enseñársela a
mis amiguitos y a mis maestras y, dice mi abuelo, que me la pondrá en un
plástico para que no se rompa".
La felicidad de Daniela, luego de la carta firmada por Fidel
"Como madre de Daniela, estoy muy
agradecida de esta Revolución pues, a pesar que somos una familia
humilde y que vivimos en el campo, no tuvimos reparos para llegar al
hospital "William Soler", en La Habana, donde un grupo de médicos y
enfermeras trató a mi niña para que hoy se sintiera bien. Es verdad que
hemos sufrido mucho desde que conocimos la enfermedad oncológica que
padecía, pero también estamos felices de vivir en un país como el
nuestro, donde no se mide el origen de nadie para brindarle servicios de
salud gratuitos.
"Y, ahora completa esa felicidad la
carta que le firmó Fidel a la niña, porque sin dudas él fue el promotor
de esta obra revolucionaria que disfrutamos todos, así que no puedo
pedir más a la vida".
Epílogo de una bella historia
Octubre 31 de 2016
02:25 pm
Para Daniela con cariño
Muchos besos Fidel
Octubre 31 de 2016
02:25 pm
Para Daniela con cariño
Muchos besos Fidel
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