Por Aline Pérez Neri. Hay que conocer Cuba y a los
cubanos, pero también hay que saber y profundizar en la historia de
nuestro país. Solo así podemos entender cómo se ha fraguado la identidad
nacional, por qué el sentido de unidad es el arma fundamental de
nuestra lucha, porque la resistencia nos ha llevado hasta aquí.
La generación cubana, en más del 80 por ciento nació tras el triunfo de la Revolución, impactada por un bloqueo económico, financiero y político que se recrudeció en la medida que pasó el tiempo y el propio gobierno socialista promulgó medidas de mayor equidad social, seguridad para todos, derechos conquistados.
Iniciada la década de los noventa del pasado siglo, tras el
desmantelamiento del antiguo campo socialista, parecía impensable que un
país como el nuestro resistiera solo, y caminara por sus propios pies y
con sus esfuerzos propios: teníamos y tenemos lo fundamental, el
recurso humano.
Es impensable cambiar la historia; la historia nos recuerda cosas,
nos enseña, nos da lecciones, nos permite mirar hacia atrás para ir
hacia delante, en nombre también de muchos que dieron su vida para que
otros hoy estuviéramos aquí.
¿Dónde quedan los daños y perjuicios por las acciones terroristas
contra nuestra país y los cubanos, la guerra biológica, las
transmisiones ilegales hacia nuestro país, las acciones subversivas, los
intentos de apoderarse de Cuba a través de la Enmienda Platt, el
territorio ilegalmente ocupado en Guantánamo que sirve actualmente de
centro de detención y tortura en la base naval de Guantánamo, las
políticas para aislarnos y rendirnos por hambre durante más de cinco
décadas, la prohibición para comprar medicinas y alimentos a solo
noventa millas de distancia, la prohibición para usar durante estos años
el dólar como moneda en las transacciones comerciales, los atentados
contra nuestros círculos infantiles, la quema de cañaverales… el
bloqueo… el bloqueo.
¿La juventud cubana…? La juventud cubana es ahora el punto de mira
hoy donde se pretende lanzar el nuevo escenario al que se aspira… Como
si la propia juventud cubana formada y nacida en la Revolución no
supiera de su historia… Nadie nos descubrió el trabajo por cuenta
propia, porque desde la concepción del modelo económico socialista
cubano, sometido a consulta popular, ya se había concebido y hoy es
parte de ese entorno donde vivimos y actuamos los cubanos.
Cuba ratifica que no tememos al nuevo escenario, aceptamos el reto
porque creemos firmemente que sí, se puede, porque ¨si a pensamiento es
la guerra que se nos hace, ganémosla a pensamiento¨, como sentenciara
nuestro José Martí.
Podemos convivir en medio de nuestras profundas diferencias,
civilizadamente los dos pueblos que tienen cosas que los separan, pero
también aspectos que los unen.
La visita del presidente Barack Obama a Cuba lo demuestra; reconocer
la calidez con que el pueblo cubano lo ha recibido es un ejemplo, como
siempre ha sido con cada visitante, como muestra de respeto y la
consideración que merece.
Los cubanos estamos inmersos en la construcción de una nueva relación
con Estados Unidos que puede ser posible, que llevará tiempo, pero por
encima de todo nunca renunciará a sus principios y sus valores.
(Tomado del blog Solidaridad latinoamericana)
No hay comentarios:
Publicar un comentario