jueves, 2 de julio de 2020

Avanzar en las fases de recuperación, ese es nuestro gran desafío

 
El 2020 será recordado como un año trágico para el mundo. Las profecías respecto a este período bisiesto no fueron nada halagüeñas.
Mientras muchos pretendían ignorar las voces que alertaban los malos augurios; el 31 de diciembre de 2019, en la ciudad China de Wuhan, una Comisión de Salud notificó un conglomerado de casos de neumonía, los que posteriormente se determina, estaban causados por un nuevo Coronavirus.
El 5 de enero del actual año, la Organización Mundial de la Salud publica su primer parte sobre brotes epidémicos relativo al nuevo Coronavirus y el día12, China hace pública la secuencia genética del virus causante de la COVID-19.
Poco a poco, se fue dispersando por el mundo y el 11 de marzo de 2020 fueron reportados los tres primeros casos confirmados de la Pandemia en Cuba. Los afectados eran tres turistas de nacionalidad italiana, provenientes de la región de Lombardía, una de las más afectadas.
Ante esta realidad y con el propósito de proteger al pueblo, la máxima dirección del país, orienta un total de 40 medidas, en consonancia con el Plan de Prevención y Control para el enfrentamiento a la COVID-19.
En Pinar del Río se reforzaron las acciones de salud, a las que brindaba un chequeo sistemático el Consejo Provincial de Defensa; no obstante, el 20 de marzo se confirmó aquí el primer caso.
Posteriormente la provincia afrontó dos eventos de transmisión local.El primero, en la comunidad “Camilo Cienfuegos”, en Consolación del Sur, con un total de 10 casos confirmados; y el segundo en el poblado “La Ceiba”, perteneciente al Consejo Popular “Isabel Rubio”, en el municipio de Guane, con 17 personas positivas a la COVID- 19.
En ambos sitios, las medidas restrictivas de aislamiento aplicadas, dieron resultados positivos y en el tiempo estipulado se cortó la transmisión. Amplia fue la campaña comunicativa para contrarrestar el impacto de la Pandemia, en la provincia y en todo el país.
Las principales recomendaciones se mantienen por su efectividad e importancia, como son: lavarse las manos frecuentemente, el uso obligatorio del nasobuco, mantener el distanciamiento social, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, entre otras medidas higiénico-sanitarias.
El cumplimiento de estas y otras medidas orientadas, posibilitó frenar aquí la propagación de la enfermedad y el 18 de junio, después de un mes sin reportar casos positivos, Pinar del Río pasa a la primera fase de recuperación pos COVIOD-19, junto a un grupo de provincias, excepto La Habana y Matanzas.
Este viernes subiremos otro escalón en esta lucha contra el SARS-CoV-2, pues 14 provincias cubanas comenzarán a transitar a la segunda fase de la etapa de recuperación.
No obstante el logro, hoy se precisa no bajar la guardia, porque si no somos capaces de advertir el peligro, corremos el riesgo de retroceder y perder el valioso tiempo ganado.
Para nadie es secreto la necesidad de adquirir productos de primera necesidad, como los alimentos y el aseo, pero si no cooperamos con disciplina, será en vano el aporte de organismos como Educación, la Central de Trabajadores de Cuba y la Policía Nacional Revolucionaria, para garantizar organización y el necesario distanciamiento social.
En más de una ocasión lo ha expresado el Presidente Miguel Díaz Canel:
No debemos resquebrajar ninguno de los hábitos de conducta responsable con relación al aislamiento social, al distanciamiento físico, al cumplimiento de las acciones que se han implementado y a la defensa de las medidas higiénicas que se han planteado como hábito de vida”.
El nuevo coronavirus sigue propagándose de una manera exponencial alrededor del mundo y de la región de las Américas, convertida ahora en el epicentro mundial de la Pandemia, este hecho nos obliga a mantener una conducta responsable.
De nosotros depende que continuemos avanzando en las fases de recuperación; ese es nuestro gran desafío.